#ElPerúQueQueremos

La nueva metáfora de la guerra: "Esto es Guerra" y "Combate"

Publicado: 2012-12-29

El antropólogo Jordi Salvador Duch expuso en su magnífico libro "Fútbol, metáfora de la Guerra Fría" lo que vendría a ser uno de los primeros pasos de los estudios antropológicos acerca de los acontecimientos sociales que se ciernen sobre un partido de fútbol. Colores, banderas, camisetas, escudos. Todos estos tótems que definen a una tribu de la otra hacen del deporte rey un campo perfecto para liberar estos anhelos deliciosos que tenemos por la violencia animal, censurada por las leyes, pero de las que tenemos tantas ganas de vociferar y arengar como el último grito milenario de salvajismo que llevamos bien dentro de nuestro subconsciente. El gusto por enfrentar al otro y decirle que soy yo porque soy de los míos y no de los tuyos. Ahora bien, ¿Qué demonios tiene esto en común con esta nueva formula de programa televisivo que la está rompiendo en la cómica televisión peruana?¿Qué han hecho "Esto es Guerra" y "Combate" para merecer titulares en los diarios a cuestas de la ética y el sensacionalismo?.

Sus nombres bien podrían prestarse para la traducción errónea del título de los filmes con menos presupuesto de Chuck Norris. Sin embargo, su popularidad es desbordante. Miles de niñas con explosivos niveles hormonales apoyan incondicionalmente a sus equipos favoritos, identificándose con ellos no por la representación de este por su tribu, sino por la afinidad entablada entre seguidores y miembros de las escuadras. He ahí la importancia de la selección del, llamemos, elenco, de este show. Los personajes mediáticos y los "proyectos de personajes mediáticos" son sin duda alguna el primer ingrediente del éxito de este producto. De esta manera, una televidente modelo como Mariana puede ser seguidora del equipo X por simpatía a un apuesto galán casi desconocido. Empero, no hay que olvidar la contraparte fundamental para la simpatía de un equipo: La antipatía por los adversarios. En el fútbol este factor está bien delimitado a diferencia de "Esto es Guerra" y "Combate". En estos casos, las antipatías pueden desarrollarse a nivel individual (Hacia un personaje específico del equipo contrario) como global, pero en un grado bastante light, tan similar como las antipatías escolares, aquellas en las que "fulanito" no te caía por ser un jodido picón en las pichangas en la hora del recreo o en las que "fulanita" era una vanidosa y creída que nunca dirigiría palabra alguna a los menos populares de la clase.

Ya habiéndose formado dos bandos, el asunto primordial es el mantenimiento de las rivalidades a partir de los enfrentamientos. Dichos enfrentamientos tienen que ser constantes no solo limitados a las competiciones dentro del campo de batalla. Ante esto, nos topamos con el hecho que sorprende a los individuos comunes y silvestres que no nos atraen estos shows. ¡¿Por qué la gente no se aburre con los mismos juegos de siempre?! Para solventarlo, la habilidad del equipo creativo no tiene que ser brillante. Sin embargo, lo han llevado muy bien. Albumes de figuritas adhesivas, romances entre concursantes de distintos equipos, eventos en provincias, apariciones en contiendas pugilísticas, confrontaciones verbales en los diarios amarillos. Son de suma importancia estos factores ya que nos encontramos ante un género híbrido que involucra REALISMO (Reality show) y FICCION (Serial y Telenovela) Esta es la fórmula ganadora. La fórmula de los blancos más blancos. Realismo y ficción, mimetizados en uno para el beneplácito del pueblo.

La fusión de ambos géneros genera a su vez una condición similar llevado a un plano interno de los concursantes tal como sucedió tiempo atrás con el polémico experimento de la cárcel de Standford. En este, se reclutaron voluntarios a los que se les adjudicaron los roles de presidiario y carcelero en un sótano universitario acondicionado de tal forma que se asemejara a una cárcel estatal. Al poco tiempo los individuos analizados asumieron rigurosamente sus roles, llegando a las agresiones físicas, teniendo que ser este estudio suspendido. En "Esto es Guerra" y "Combate", las emociones de los concursantes trascendieron del cumplimiento laboral al honor puesto en juego en la "guerra". Prueba de esto es el llanto del participante Zumba al ganar la final de "Combate"; ni el Checho Ibarra derramó tantas lágrimas al campeonar con Cienciano la Copa Sudamericana del 2003. Acá nos topamos con otro secreto: La identificación de los "actores" por su bando, lo que en consecuencia, genera la identificación de los televidentes, también, por el bando de su "actor" favorito.

Finalmente, llegamos al tema más interesante: La nueva metáfora de la guerra. Esta sigue basándose en tótemes visuales: Prendas militares (En el caso de combate) y sesión de equipos. No hay más que decir. Ante nuestra naturaleza animal seguimos con ganas de tener una adhesión por una identidad que por más "lúdica light" que sea, sacie nuestras ganas de hacer lo que no debemos. Sea la UFC o el fútbol, siempre optaremos por tomar partido por un individuo o bando que no tiene que llegar a identificarnos, pues con que nos simpatice ya basta. Duch dejó claro cuál es el interés de la gente que va a los estadios: La identidad con una tribu que exige poco y ofrece mucha diversión y desfogue. Así lo resumo yo en este análisis: La nueva metáfora de la guerra es banal, y así se vende mejor.

En conclusión, "Esto es guerra" y "Combate" no existirían de no ser por:

- La hibridación del realismo y la ficción.

- La constante apología a la guerra visualizada en los nombres de los shows y las prendas militares de los concursantes. OJO: Guerra llevados a aspectos lúdicos.

-  Identificación de concursantes con los bandos para la posterior identificación de los televidentes por estos equipos, lo que en consecuencia se puede traducir en algo muy importante desde el punto de vista del marketing: Fidelidad (Por uno de los estandartes del show, que no viene a ser nada más que el show mismo).

Finalmente, y para cerrar este comentario, parece que he obviado un aspecto fundamental: Las prendas diminutas de las féminas. Las curvilíneas características de las chicas de estos programas libera el lado inherente de el apetito humano del que vengo hablando: El sexo. Sin embargo, habiendo tantas fanáticas, ¿Cuál es el caso de poner tanta calata? Pues no sé, aunque podría ser que a lo mejor también existan algunos fanatiquirijillos por ahí, caletas y esporádicos, como las pocas temporadas que de seguro le quedarán.


Escrito por

AndrésPinto

Común y silvestre: Técnico de Animación. Estudiante de ComunicaciónAudiovisual. - Pero por sobre todas las cosas: Consumidor.


Publicado en

VariopintO

Otro sitio más de Lamula.pe